La Historia Educativa de Ronald

Conoce a Ronald
Ronald llegó a Chicago hace cinco años junto a su familia en busca de nuevas oportunidades. Aunque nació en los Estados Unidos, pasó la mayor parte de su infancia en Honduras después de mudarse a los seis años. Antes de establecerse en Chicago, Ronald vivió en Houston, donde asistió la secundaria por un año en noveno grado. Más tarde, se mudó a Chicago, donde continuó y finalizó sus estudios de high school. Ahora, vive en Chicago con su familia, reflexionando sobre las diferencias en los sistemas educativos y adaptándose a su nuevo entorno. A Ronald le interesa estudiar ingeniería civil y mecánica. Actualmente, él está matriculado en un community college en la zona noroeste de Chicago.
Navegando La Secundaria
“Bueno, apoyar a la gente que está aquí en Estados Unidos a buscar una educación es muy importante, ya que mucha gente quiere eso para sobresalir, tener un mejor futuro y una buena carrera.”
Ronald llegó a Chicago con su familia en busca de mejores oportunidades. “Vine con mi familia a vivir aquí en Chicago porque, bueno, desde pequeño supe que aquí [Estados Unidos] la vida es un poco diferente que allá [Honduras]. La educación es buena, hay mucho trabajo y oportunidades después.” Sin embargo, su camino hacia la adaptación estuvo lleno de desafíos, marcados por la pandemia de COVID-19 y las diferencias culturales y educativas entre Honduras y los Estados Unidos.
Antes de mudarse a Chicago, Ronald y su familia vivieron en Houston, donde enfrentaron dificultades económicas durante la pandemia. “Nosotros en Houston, no teníamos familiares, sino conocidos que nos daban un hogar. Obviamente, teníamos que pagar la renta,” recordó Ronald. “Cuando llegó el COVID, ya no teníamos mucho dinero. Se habían cerrado los trabajos, todo era virtual. Nada salía de la casa. Entonces, decidimos ir para Chicago porque ahí tenemos más familiares que nos brindaron un poco más de ayuda.”
“Cuando llegó el COVID, ya no teníamos mucho dinero. Se habían cerrado los trabajos, todo era virtual. Nada salía de la casa. Entonces, decidimos ir para Chicago porque ahí tenemos más familiares que nos brindaron un poco más de ayuda.”
Una vez en Chicago, Ronald encontró el apoyo que necesitaba para estabilizarse gracias a su tío, quien les ofreció un lugar donde quedarse temporalmente. “Un tío mío que no conocía desde hace mucho tiempo nos ayudó. Nos brindó su hogar por un tiempito para que pudiéramos buscarnos otra casa. Básicamente, gracias a él, recibimos un poquito de ayuda y, ya después, nos volvimos independientes.”
La pandemia también tuvo un impacto significativo en su educación, ya que Ronald tuvo que adaptarse al aprendizaje virtual. “La verdad es que fue demasiado difícil, triste, porque uno no podía salir. Tenías que estar encerrado todo el día en la casa, solo podíamos estar en el patio. Era muy raro y difícil porque uno no está acostumbrado a eso.”
Comparando su experiencia en la secundaria de Honduras con la de los Estados Unidos, Ronald señala las diferencias clave que marcaron su aprendizaje. “Pues la educación, pues bien, porque apoyan. No tienes que pagar algunas escuelas y en cambio de Honduras, sí se tiene que pagar mensualidad, comprar libros, muchos cuadernos y eso,” explicó. “Solo hay veces que se usa mucho lo que es la computadora, y allá no.”
Para navegar esta nueva etapa, Ronald contó con el apoyo cercano de sus primos. “Mis primos, bueno, ellos son los que, pues sí, van a la escuela. Ellos me ayudaron con eso,” comentó. Este apoyo le brindó una base para aprender sobre el sistema educativo y sentirse más integrado.
“Mis primos, bueno, ellos son los que, pues sí, van a la escuela. Ellos me ayudaron con eso.”
Otro factor clave en su adaptación fue su experiencia en clases de English Learners (EL). Ronald recuerda cómo estas clases le ayudaron a aprender el idioma. “La verdad que bien, porque pues te están enseñando lo importante del inglés, cómo hablarlo, cómo decirlo, pronunciarlo, leerlo, escribirlo, todo eso. Pues es una ayuda para que aprenda más el idioma.” A pesar de estos desafíos, Ronald perseveró y logró graduarse de high school en Chicago, demostrando resiliencia frente a las adversidades.
Navegando La Universidad
Hoy en día, Ronald se encuentra trabajando y estudiando al mismo tiempo, cumpliendo con los objetivos que se planteó después de graduarse. “Mi plan era después de graduarme de high school trabajar y seguir estudiando. Pues, seguir estudiando también. Bueno, eso es lo que estoy haciendo también.” Con resiliencia y el apoyo de su familia, Ronald ha logrado superar las barreras iniciales y planear su futuro.
A pesar de no haber considerado inicialmente la idea de asistir a la universidad, Ronald tomó la decisión de seguir estudiando. “No fue algo que planeé desde el principio. En realidad, no quería seguir estudiando, sino trabajar. Pero luego pensé, no, mejor sigo estudiando mientras pueda.”
“No fue algo que planeé desde el principio. En realidad, no quería seguir estudiando, sino trabajar. Pero luego pensé, no, mejor sigo estudiando mientras pueda.”
En cuanto a sus planes futuros, Ronald tiene dos áreas de interés claras: la ingeniería civil y la mecánica. “Son dos cosas que me llaman la atención y me interesan.. Me gustan los carros, y también me gustaría aprender más sobre eso.” Para dar inicio a este camino, eligió una escuela cercana que le ofreciera comodidad y opciones académicas que se ajustaran a sus metas. “Además, me hablaron muy bien de ahí porque ofrecen muchas clases que me interesan,” explicó.
Cuando Ronald comenzó su trayectoria universitaria, sus preocupaciones eran muchas, principalmente porque era un territorio completamente desconocido para él y su familia. “No sabía qué hacer. No sabía qué era lo primero que iba a hacer porque nunca he estado en la universidad,” explicó. Ronald temía que la universidad sería muy diferente a la high school, y aunque descubrió que sí lo era, pronto aprendió a adaptarse. “Ya supe cómo reconocer eso,” añadió.
“No sabía qué hacer. No sabía qué era lo primero que iba a hacer porque nunca he estado en la universidad.”
En el aspecto social, Ronald también enfrentó algunos desafíos. “Aquí la gente es un poco más diferente que en mi país. Las culturas no son iguales,” comentó. Sin embargo, encontró un sentido de comunidad rodeándose de otros hondureños. “Hacíamos amigos rápido. Nos decíamos de dónde éramos para ver si vivíamos cerca y así nos conectábamos,” recordó. Poco a poco, su círculo social creció a través de los amigos de sus amigos, y esto le brindó tranquilidad en su nueva etapa.
En el aspecto financiero, Ronald pudo recibir el apoyo del programa FAFSA, que le permitió cubrir los costos de la universidad porque él nació en los Estados Unidos . Este respaldo fue clave para que pudiera enfocarse en sus estudios y actividades sin preocuparse excesivamente por las dificultades económicas.
Fuera de sus estudios, Ronald encontró en el fútbol una manera de relajarse y mantenerse activo. “Me encanta ese deporte. Lo juego mucho,” dijo con entusiasmo. Aunque al principio jugaba al aire libre, tuvo que unirse a una liga bajo techo debido al frío. Este pasatiempo no solo le permitió disfrutar de algo que le apasiona, sino también conocer a más personas y mantener un equilibrio entre sus responsabilidades académicas y su vida personal. Ronald decidió inscribirse en el club de deportes de la universidad, lo que le permitió explorar nuevas oportunidades y conectar con otros estudiantes que comparten sus intereses.
“Me encanta ese deporte. Lo juego mucho.”
El apoyo que le ayudó a Ronald
- Para Ronald, el emocional que recibió fue esencial para avanzar en su educación y perseguir un futuro prometedor. Reconoce que el sistema educativo en los Estados Unidos, junto con la ayuda de maestros y familiares, juega un papel crucial en el desarrollo personal y profesional de los estudiantes. “Bueno, apoyar a la gente que está aquí en Estados Unidos a buscar una educación es muy importante, ya que mucha gente quiere eso para sobresalir, tener un mejor futuro y una buena carrera,” expresó. Para él, la educación es una herramienta que abre puertas a mejores oportunidades.
- Ronald también enfatiza la importancia del apoyo moral y académico en el proceso educativo. Considera que, para muchas personas, recibir el respaldo de un maestro o una escuela puede marcar la diferencia entre avanzar o quedarse atrás. “Mucha gente ocupa apoyo de algún maestro, que los dejen estudiar una carrera o terminar la secundaria, por lo menos,” explicó. Este apoyo no solo motiva a los estudiantes a seguir adelante, sino que también fortalece su determinación de alcanzar metas que quizás parecían inalcanzables.

Las Esperanzas De Ronald Para Apoyos Educativas
- Ronald sueña con un futuro donde más personas puedan acceder al apoyo necesario para alcanzar sus metas educativas. Cree firmemente en la importancia de crear espacios y programas que alienten a los estudiantes a seguir estudiando y a desarrollar su potencial. “Para eso están la escuela y la educación, para tener un buen futuro más adelante,” afirmó. Según Ronald, invertir en la educación de las personas es invertir en su futuro y en el bienestar de sus comunidades.
- Ronald desea que el sistema educativo continúe priorizando la igualdad de oportunidades, especialmente para aquellos que enfrentan barreras culturales o económicas. “Mucha gente no se quiere dejar atrás y tienen buenos motivos para su futuro,” mencionó. Él espera que, con el apoyo adecuado, más estudiantes encuentren la inspiración y los recursos necesarios para no rendirse, destacando que incluso los logros más pequeños pueden ser el primer paso hacia un cambio significativo en sus vidas.